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Fragmento 55 - Polis: Capítulo 1 | 6

Con las habilidades aprendidas de su maestro, logró ingresar al ejercito de Celesthea y convertirse en uno de los alakës más poderosos de la ciudad, obteniendo con sus méritos el título de Paladín y líder de la guardia del rey. Era muy fácil de reconocer por sus orejas largas y emplumadas sobresaliendo por encima de su cabello plateado, Esto hacía que su mirada teñida de rojo escarlata resaltará en su rostro cuando batallaba, pues en su vida habitual era un éldon noble y simpático con los demás, incluyendo a sus subordinados que lo respetaban y admiraban a pesar de no reflejar un carácter fuerte. Historias de Terran por S. Arias

Fragmento 54 - Polis: Capítulo 1 | 5

En ese momento la luz que emanaba del gran cristal marcaba el comienzo de un día despejado mientras que Aetos se encontraba en un prado alto acicalando a su montura después de un baño en uno de los lagos del bosque . Este ya era un ritual para el alak en sus días de descanso, pues aunque este fuera un importante guerrero, también disfrutaba de cosas simples como sentarse a mirar su mundo y dormir en la hierba cuando desabrochaba las correas que le ataban la espada a la cintura. Aetos no era más que un alak huérfano abandonado por su padre en la gran entrada de la ciudad sagrada de Celesthea cuando apenas tenía uso de razón, con nada más que un arma en las manos. Fue criado por un extraño herrero que vivía en la ciudad al que la gente evitaba por un extraño aspecto escamado en su piel y por su irritable personalidad. Este le enseñó a luchar y a forjar, aunque nunca usó ninguna de las armas que creó; ni las de él, ni las de su tutor. Aetos usaba una espada roja dentada llamada Gondrä,

Fragmento 53 - Polis: Capítulo 1 | 4

Al entrar por el orificio que tenía esta esfera hueca, y acceder a través de una barrera de invisible hecha con randa, la compañía del gran árbol se encontró en medio de una ciudad que se posaba en las paredes interiores, junto a unas montañas y un bosque como si fuese un pequeño planeta invertido. La sensación gravitacional cambiaba al entrar, aunque esto no parecía afectar en nada el vuelo de ninguna bestia. Justo al frente de la gran entrada de la ciudad se divisaba la parte superior del palacio de la ciudad. Allí se encontraba la fuente de la barrera que protegía la el interior. En medio del palacio se encontraba un enorme diamante vertical en forma de obelisco como si fuera una gigantesca espada luminosa. En el día este emanaba un brillo blanco que permitía que todo dentro de la esfera se percibiera como si fuera un día soleado. En las noches este menguaba su brillo a uno más suave simulando la oscuridad nocturna. De este mismo emanaban brumas que formaban nubes, las cuales bañaba

Fragmento 52 - Polis: Capítulo 1 | 3

Aquella mañana se visualizaba tenuemente en los cielos del norte de Erutar una esfera blanca similar a una luna. Aunque esta parecía tener un gran cráter desde lo lejos, realmente era una una entrada a su interior hueco. Hacía esta esfera se dirigía una pequeña bandada de bestias aladas. Aquellas bestias eran tan grandes que podían cargar a un alak sobre su lomo sin esfuerzo. Estaban cubiertas de pequeñas plumas blancas con una tenue tonalidad verde que le cubrían todo el cuerpo, incluyendo sus garras. Su cabeza parecía la de un halcón, pero en lugar de pico, tenía una mandíbula triangular con pequeñas filas de dientes. De su cabeza salían plumas largas como las de sus dos alas, al igual que su cola larga como la de un lagarto. La estructura de sus patas traseras era similar a las de una liebre, exceptuando sus grandes garras, las cuales le permitían sentarse sobre estas cuando se posaba sobre el suelo. Sobre aquellas hermosas bestias cabalgaba un pequeño grupo de alakës provenientes d

Fragmento 51 - Polis: Capítulo 1 | 2

La muralla quedó intacta ante este ataque, pero ningún alak en Polikar había visto jamás una esfera de estas. Las catapultas y arqueros comenzaron a responder al ataque hacía las luces, aun sin estar seguros contra que se enfrentaban. Las luces se apagaban o se veían caer al vacío y se perdían en el abismo. Finalmente entre la bruma se lograron visualizar grandes naves negras similares a barcos fortificados que flotaban sobre las nubes armados con catapultas automáticas que cargaban incesantemente contra la muralla con esferas explosivas. Aquellas naves eran derribadas una tras otra por la defensa alak con la ayuda de grandes ballestas que permitían el uso de proyectiles enormes capaces de perforar la armadura de las naves, sin embargo, no dejaban de aparecer más embarcaciones, como si aquella flota fuera infinita. Así continuó el ataque y entre más pasaba el tiempo, más inútil parecía. Los alak ya habían enviado mensajeros reportando el ataque al gran árbol, y en los talleres de la fo

Fragmento 50 - Polis: Capítulo 1 | 1

Al sur de Erutar se encontraba Polikar, una de las fortalezas más grandes que cuidaba uno de los accesos a la plataforma continental. Esta fortificación había sido creada por órdenes de Durtadon hace muchísimos años y hacía parte del grupo de fortalezas que defendían el continente del gran árbol. En las murallas fortificadas había un grupo de seiscientos alakës vigilando día y noche hacía las nubes del abismo, entrenados y preparados para disparar cañones y flechas del mejor arsenal creado por los éldon. Dentro de la fortaleza habían talleres de fabricación de armas y municiones, y un personal preparado durante toda su vida para impedir el paso de cualquier ataque enemigo. Este lugar nunca había sido conquistado ni atravesado por la fuerza, además había sido fortificado y mejorado después de cada victoria con murallas más anchas y puestos de ofensiva, lo que lo convertía en la mejor definición de una defensa impenetrable. Aunque llevaba cientos de años sin ser atacada, antes de que la

Polis: Prologo - Fragmento 49

Durta se encontraba sano y salvo fuera del pasaje cerrado junto a un puñado de soldados que salieron a tiempo. Algunos habían resultado ilesos y ayudaban a sus compañeros heridos en batalla o por las rocas que caían en el pasaje cuando estaba colapsando. Aunque varios alakës fueron tragados por la gruta, de las colinas de la montaña bajaba un puñado de arqueros que habían sobrevivido. El príncipe dejó el cuerpo de su padre al cuidado de algunos soldados y fue en busca de los dos guardias reales. Al mirar sobre los escombros a lo lejos, estaba Rotran de pie abrazando a Frouken. Ambos jadeaban y se quejaban por sus heridas, pero habían escapado de alguna manera de la gruta y estaban vivos. Fue así como terminó la primera batalla de aquella guerra con una agria victoria para los alakës del titánico árbol de Polis. Historias de Terran por S. Arias

Polis: Prologo - Fragmento 48

Toda la compañía alak aún se encontraba en el pasaje y sobre la montaña cuando esta comenzó destrozarse. Corrían fatigados cuando comenzó a caer una lluvia de rocas. Algunos fueron impactados al instante. Otros fueron aplastados por el movimiento de la montaña y la desesperación se adueñaba de los pocos sobrevivientes que no paraban de correr. Fue entonces cuando los rugidos se dejaron de escuchar y una última gran explosión cerró completamente la grieta, sepultando todo cuanto había en ella bajo el peso de la imponente cordillera Marrol. El comandante lajur vio con impotencia como su único acceso seguro al continente quedaba bajo la majestuosidad de la montaña junto con aquella bestia que había sido criada con el único propósito de enfrentar a cualquier alak conocido. Aunque se habían llevado la vida del rey de Polis, la misión de los borkës en la bahía de la grieta había fracasado. Historias de Terran por S. Arias

Polis: Prologo - Fragmento 47

Los arqueros se habían desplegado y se habían unido al grupo en retirada sobre lo alto de la montaña. Su objetivo era llegar a la entrada de la grieta que era el ingreso desde el continente para tratar de retener a sus enemigos allí. Sin embargo, todo iba a cambiar en ese momento. La montaña comenzó a seccionarse cediendo al terremoto que surgía desde el fondo de la grieta. El comandante lajur, furioso de impotencia se vio obligado a detener su ejército en la entrada del pasaje. Dio la orden de asesinar a la bestia para calmarla y poder abrir paso a Erutar, sin embargo, ninguna de las armas a distancia con las que lo atacaban parecían hacerle el daño suficiente para quitarle la vida. El terremoto provocado por las explosiones hacía que cayeran rocas del techo y de lo alto de la grieta. Una explosión tras otra debilitaba las paredes y el rugido se hacía más fuerte. El agal comenzó a emanar tanto calor que derretía la roca pero se lastimaba y las ondas de presión que generaba su ira re

Polis: Prologo - Fragmento 46

La grieta se fue haciendo cada vez más angosta a medida que los alakës se adentraban. No miraron en ningún momento atrás y Frouken se concentró en correr tan pronto como pudo los más de mil metros que tenía de longitud el pasaje mientras que el agal comenzó a forzarse para entrar y seguirlos. Sin embargo su cuerpo era demasiado grande. La distancia entre él y sus presas se comenzó a ampliar. En un intento por hacer ceder las rocas con su velocidad y fuerza se atascó sin poder hacer nada para mover los millones de toneladas que pesaban ambos lados de la grieta y su rugido comenzó a provocar eco de un lado a otro del pasaje. Luchaba desesperado por salir, pero las paredes que cedieron al choque de su cuerpo generaron una especie de trampa que le impedía regresar y lo apresaban casi hasta dejarlo inmóvil. Sus esfuerzos eran inútiles. Ahora cerraba con su cuerpo el paso de sus aliados que lo habían seguido hasta ese punto. Nadie podía acercarse al agal que emanaba un líquido caliente encen

Polis: Prologo - Fragmento 45

El alak del millar de vidas hacía alarde de su nombre una vez más mientras corría hacía el interior del túnel mientras cargaba a su amigo sobre sus hombros, aunque sabía que aún no estaban a salvo. Incluso ahora mismo estaban en un peligro mayor. Frouken aun no podía creer lo que había sucedido. El agal había cargado con tanta fuerza contra los cadáveres que sin intención los comenzó a acumular un cúmulo de cadáveres entre él y sus objetivos que sirvieron de escudo para amortiguar su fuerza y al mismo tiempo para ayudarles a ingresar al angosto pasaje por el que trataban de huir. En ese momento Rotran tomó del brazo a su compañero y aprovechando el momento se impulsó con toda la fuerza adicional que le permitían los corvejones que aparecían en sus patas cuando adoptaban su forma felina. De esta forma entraron al pasaje propulsionados por Rotran, y detrás de ellos la montaña de cadáveres que les había permitido ese último salto se dividió en dos por la fuerza del agal. Ambos cayeron tro

Polis: Prologo - Fragmento 44

Cuando llegaron a la cima de cadáveres acumulados ya era demasiado tarde para intentar huir sin salir ilesos de la embestida de su enemigo, así que se levantaron como pudieron y adoptaron una posición ofensiva esperando a su enemigo, ambos sin estar muy seguros de las consecuencias de esta imprudencia. Estando casi a la misma altura de su enemigo, los alakës vieron a su enemigo directamente a los ojos antes del impacto. Frouken no pudo cargar su espada con la ráfaga y Rotran no pudo reaccionar con sus reflejos felinos ante la carga de su enemigo. Historias de Terran por S. Arias

Polis: Prologo - Fragmento 43

A pesar de que el agal logró acortar en gran medida la distancia entre él y sus presas, Rotran y Frouken lograron llegar a la montaña de cuerpos que se había formando, y con una señal, la lluvia de flechas cesó unos instantes para permitirles el paso. Sin embargo los borkës que quedaban cerca de la grieta no aprovecharon la ocasión y en lugar de eso se apartaron huyendo del miedo de quedar en medio de cualquier ataque del agal que venía encabritado contra ellos. Ambos guerreros tuvieron que escalar poco a poco sobre los cadáveres y Rotran tuvo que ayudar en gran parte a Frouken que no contaba con la fuerza de su brazo derecho. El monstruo se acercaba inevitablemente con los ojos encendidos. La lluvia de flechas retornó en dirección directa al agal para tratar de menguar su marcha y darles oportunidad a los guerreros alakës de huir. Historias de Terran por S. Arias

Polis: Prologo - Fragmento 42

Frente al pasaje había una batalla pequeña, pero feroz en la que caían los valientes guerreros borkës que trataron inútilmente de conquistar la brecha, y los alakës que al ser alcanzados por la horda enemiga no tuvieron más opción que luchar por defender su vida. También caía una lluvia de flechas que no cesaba por lo que habían llenado de cadáveres la entrada a la grieta, en su mayoría borkës. El adelako y su compañero corrían como podían cargando con fatiga que destruía poco a poco su serenidad. Ninguno de los dos se sentía preparado para enfrentarse a otro adversario, y no lo estaban, así que usaron la poca fuerza que les quedaba para alcanzar el pasaje y atraer a su poderoso perseguidor. Historias de Terran por S. Arias

Polis: Prologo - Fragmento 41

Ambos alakës continuaron corriendo perseguidos por el colerizado agal. La bestia arrasaba con todo lo que encontraba a su paso, embistiendo muertos, piedras y borkës que se cruzaban en su camino. El comandante lajur que se encontraba cerca del monstruo gritaba desesperadamente tratando de lograr que lo escuchara y se detuviera. Se había percatado de que el agal iba directo a una trampa que habían preparado los guerreros alakës. Pero ya era inevitable. Ya no reaccionaba a sus órdenes ni tenía control sobre la poca cordura que poseía, porque estaba consumido por el instinto de asesinar a quienes lo habían lastimado. Historias de Terran por S. Arias

Polis: Prologo - Fragmento 40

En el último momento, el comandante borke mantuvo la mente clara y señalando a la grieta le gritó al agal algún tipo de indicación. Todos los soldados allí presentes creyeron que esto sería inútil y que ese sería el final del lajur, pero ante su sorpresa, el agal se detuvo ante sus órdenes. Aún confusa, la bestia que emanaba sudor candente se detuvo un momento a mirar a su comandante, luego miró hacía donde este señalaba. Fueron cortos segundos de silencio los que le dieron un receso silencioso al campo de batalla. Impulsado por una de sus grandes patas el agal se impulsó y comenzó a correr rugiendo en la misma dirección en la que huían los dos alakes. Poco a poco comenzó a disminuir la distancia entre ellos y su desenfrenado perseguidor, sin embargo, el comandante borke se dio cuenta demasiado tarde del grave error que había cometido. El lajur se levantó del suelo y se empeñó en alcanzar al monstruo sin éxito alguno. Historias de Terran por S. Arias

Polis: Prologo - Fragmento 39

El agal había perdido la poca cordura con la que actuaba y atacaba todo lo que encontraba a su paso. Los borkës comenzaron a huir en todas direcciones cuando la gran bestia comenzó a arremeter contra ellos. Al percatarse de esto, el comandante lajur se dirigió hacía donde estaba el agal. Enfadado por el giro de los acontecimientos corrió tanto como pudo mientras veía que sus enemigos huían hacia la grieta. Cuando llegó cerca de donde el agal creaba estragos y perseguía a los suyos, el lajur gritó contra la bestia y rugió tan fuerte que casi igualaba los gritos de esta. El agal respondió al rugido y con la fuerza de una de las pisadas destrozó el suelo e hizo que el comandante perdiera el equilibrio y cayera sentado al suelo. El monstruo se acercó al lajur, quien comenzó a sentir un miedo inmenso ante el poder de la cólera de aquel ser. El agal decidió atacar al asesino del rey Durtadon. Historias de Terran por S. Arias

Polis: Prologo - Fragmento 38

A pesar de que los dos guerreros estaban concentrados en su adversario, ambos habían mantenido parte de su atención en el grupo de alakës qué huía. Ambos notaron cuando Durta, que cargaba el cuerpo de su padre, y parte del ejército habían llegado al ingreso del pasaje. Sin embargo, no todos los guerreros de Polis generaban en sus enemigos el respeto y el temor que el rey y sus guardianes. Por esta razón, un grupo de la compañía de alakës corría desesperadamente detrás del príncipe mientras que los arqueros que quedaron los protegían de un grupo de lajur que los perseguían. Este puñado de poderosos borkës había decidido arriesgar su vida para acabar con la mayor cantidad de adversarios y tratar de conquistar la grieta con el fin de que su ejército pudiera usarla para comenzar con la conquista de Erutar. Frouken vio una oportunidad y le ordenó a Rotran que comenzara a correr hacia la entrada del pasaje. Historias de Terran por S. Arias

Polis: Prologo - Fragmento 37

Ningún borke se atrevió a impedir la intervención del guerrero felino de Polis en la batalla. La cobardía y el sentido de supervivencia del ejército enemigo había jugado un papel importante en esta batalla donde muchos borkës habían resultado víctimas del ataque cruzado. Rotran y su compañero se alejaron de la gran bestia que se encontraba en suelo quejándose y tratando de levantarse y con solo una mirada de agradecimiento, ambos se coordinaron para adoptar una posición de batalla. El agal se levantó del suelo rugiendo de ira y comenzó a atacar ambos guerreros con una cólera que se sentía en el calor que emanaba y se esparcía por el aire. El ataque del adelako causó menos daño del esperado. Los dos alakës comenzaron una estrategia conjunta para atacarlo pero esto no parecía lastimarlo significativamente. El paralizante de las dagas parecía ser inútil con el agal y su rabia parecía hacerlo más rápido y peligroso. La bestia se había descontrolado y estaba bajo el control de su instinto a

Polis: Prologo - Fragmento 36

Aún lejos de la gran pared, Frouken se comenzaba a ver fatigado y sus movimientos se percibían más torpes a medida que pasaba el tiempo. El deterioro del terreno de batalla por los constantes ataques del agal comenzaban a influir en el duelo. Paulatinamente se dibujaba en su rostro una sonrisa de ironía mientras pensaba en que este podría ser su final y que no era lo honorífico que siempre había pensado que sería. Volcado en uno de esos pensamientos perdió la concentración en la batalla y a pesar de haber saltado y rodado tan lejos como pudo de su enemigo, la distancia no había sido la suficiente para no ser alcanzado por su enemigo. Cuando uno de los brazos se dirigía hacia Frouken con un golpe que seguro le destruiría la armadura y las costillas, el agal perdió el equilibrio y se derrumbó. Frouken pudo ver a un adelako felino destrozando parte del gemelo de la pierna derecha de la bestia con una serie de rápidos ataque repetitivos y con ayuda de dos dagas largas, aun cuando su piel e

Polis: Prologo - Fragmento 35

El agal arremetió contra el alak comenzando con un salto que lo ubicó casi sobre Frouken. El golpe fue esquivado a tiempo pero el suelo resquebrajado, la onda de choque y el temblor generado dificultaron la estabilidad del guerrero al levantarse. Faltaron pocos centímetros para que su rostro fuera golpeado por la gran bestia que había girado ágilmente, aprovechando la fuerza del giro para intentar impactarlo con una de sus garras. El alak aprovechó este momento para alejarse aún más. Antes de poder preparar un nuevo ataque, una roca envuelta en fuego salió disparada de la boca del agal obligando a Frouken a invertir su energía en una maniobra evasiva. Una parte del grupo de borkës que rodeaban el duelo se apartó rápidamente para evitar que esta les golpeara. El alak tuvo que esquivar nuevamente a la bestia, esta vez quedando muy cerca de un grupo de borkës. En lugar de intentar atacarle, éstos intentaron huir. Aunque el guerrero esquivó a tiempo, algunos de estos fueron impactados por

Polis: Prologo - Fragmento 34

Contra todo pronóstico, el agal recibió un ataque frontal que lo obligó a detenerse. Una ráfaga de luz blanca en forma de corte vertical llegó hasta la bestia cortando el suelo. El agal puso los brazos cruzados al frente evitando que aquel extraño ataque lo desestabilizara. Al quitar los brazos y buscar el origen del ataque vio una línea recta que marcaba el suelo unos treinta metros hasta llegar a los pies de Frouken. El alak del millar de vidas había decidido volver a la ofensiva. Aquel guerrero que una vez renunció a su linage, había tomado la decisión de extraer de hoja de luz un poder antiguo que le permitía lanzar un corte a distancia. La poderosa randagord extraía de su portador parte de su energía vital y la transformaba en una fuerza que expandía el alcance de su filo a través del aire al mismo tiempo que mejoraba exponencialmente su efectividad. Aunque este ataque contra un agal no parecía ser lo suficientemente letal debido a los acontecimientos previos de aquella batalla.

Polis: Prologo - Fragmento 33

El príncipe salió de su letargo y comenzó a correr junto a Rotran al mismo tiempo que comenzaba a guiar a todos alakës sobrevivientes al pasaje angosto, sin embargo el agal parecía disminuir la ventaja entre él y ellos. Algunos alak cayeron víctimas de los lajur y borkës que aprovecharon su huida para matarlos a traición, otros fueron víctimas del agal y otros más comenzaron a perder la esperanza al ver que no llegarían al pasaje antes que la gran bestia. La lluvia de flechas había cesado, y los arqueros alakës habían emprendido la huida. El terror comenzó a apoderarse de los guerreros del árbol cuando notaron que todo el ejército borke seguía al agal. Todo estaba acabado, pues por más que los alakës corrieran, los seguiría el ejército enemigo y tal como se acomodaban los acontecimientos, la masacre y la invasión a Erutar parecían ser inevitables, sin ninguna resistencia más que pudiera repeler su ataque contra Polis a tiempo. Historias de Terran por S. Arias

Polis: Prologo - Fragmento 32

Todos los alakës habían visto como el agal había surgido como un volcán de la nave y a todos los invadió el temor y la desesperación. Aún sin ver que Frouken corría dando la espalda al monstruo, la mayoría había emprendido la huida. De igual forma, el guerrero anunciaba con sus manos la retirada mientras se dirigía hacia donde se encontraba el cuerpo del rey cuando una piedra de un metro de diámetro envuelta en fuego cayó cerca de él. El agal había escupido esta esfera envuelta en su saliva caliente y había comenzado a arremeter contra los alakës. Rotran trataba de convencer a Durta de que se levantara y huyera, pero él estaba perdido en el dolor mientras el campo de batalla se convertía en un caos total. Con una mezcla de destreza y suerte, el alak del millar de vidas logró llegar ileso ante sus dos compañeros. Sin detenerse pidió disculpas y sin el respeto que se tratan estos asuntos usualmente, levantó el cuerpo del rey y lo cargó en su espalda, a lo que Durta trató de reaccionar

Polis: Prologo - Fragmento 31

Antes de que Frouken tomara aquella decisión el gran lajur llegó a los pies del agal, miró hacía atrás y dibujó una sonrisa satisfecha al ver que su perseguidor se había detenido al ver aquella gran bestia. Mirándolo desde abajo fijamente a los ojos le habló en su lengua. El agal bajo su cabeza a la altura del gran borke y este le puso un brazo en el rostro mientras continuaba hablándole. Miró hacia atrás encontrando con la mirada a Frouken y volvió a hacer contacto visual con la bestia. El alak logró percibir que entre jadeos el lajur le estaba dando algún tipo de orden, pero en su voz se notaba algún tipo de duda. A pesar de lo confuso que fue aquel encuentro, el agal lo miró fijamente un momento y con la cabeza hizo un gesto de aprobación. Inmediatamente después el comandante dio la orden de romper las cadenas que ataban a aquella criatura y esta comenzó a bajar de la nave. Historias de Terran por S. Arias

Polis: Prologo - Fragmento 30

El comandante borke corrió hacia el agal sin disminuir la velocidad a la que huía, no obstante, Frouken mermó el paso inconscientemente al ver aquella gran bestia, dejándose invadir por el temor que parecía producirle el agal. Nunca había visto nada parecido en su vida, porque nunca ninguna de estas criaturas había pisado la tierra de los éldon. La aparición de la gran bestia daba a entender que a partir de ese momento las batallas contra los ejércitos borkës serían muy diferentes a como habían sido hasta entonces, lo que producía una incertidumbre en cada uno de los alakës allí presentes. Este extraño miedo ayudaba a que el cansancio que Frouken había acumulado en la batalla comenzará a notarse. Aún sin conocer la fuerza de su enemigo, el alak sintió que en este punto de la batalla no tenía fuerzas para luchar contra su nuevo contrincante. Sin pensar en la deshonra o en la culpa, tomó la decisión de dar la vuelta y retirarse, renunciando a su idea de vengar la vida del rey y de sus co

Polis: Prologo - Fragmento 29

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Aquella bestia era un agal, un ser de unos cuatro metros de altura creado con algún tipo de randa maligna. Con facciones similares a los borkës, pero con constitución similar a la de un gorila erguido de nuestro mundo, era una de las razas más poderosas nacida del mal de Terran. La fila de cuernos que adornaba su cuerpo desde su cabeza hasta su cola, su piel rocosa y la mirada luminosa que poseía intimidaba y atemorizaba a cualquier éldon con solo verlo. Pero fue su fuerza la que llenó de terror la mente de todos en el campo de batalla, incluyendo a sus aliados, cuando movió uno de sus brazos y lanzó por los aires a nueve borkës que sostenían una de sus cadenas. sus ojos oscuros que emanaban un humo gris, como si algo se estuviera quemando dentro de él. Luego golpeó con sus garras delanteras contra el suelo, resquebrajando el metal como si fuera vidrio. Alguien sensato no habría pensado en acercarse a aquella temible criatura, sin embargo, había alguien que parecía tener el coraje de a

Polis: Prologo - Fragmento 28

Muchos borkës le dejaron el camino abierto para seguir a su comandante por miedo a los infalibles golpes que el alak daba a quienes intentaban detenerlo. El lajur miraba molesto hacía atrás al ver la ineptitud de su ejército, al mismo tiempo que un temor le comenzaba a llenar el pecho al ver que su perseguidor acortaba poco a poco la distancia entre ambos. Aunque era un gran guerrero entre los de su especie y había librado batallas en continentes lejanos, sabía perfectamente que estaba en una batalla que no podía ganar. Así que corrió contra su orgullo, tanto como le permitieron sus fuerzas y logró mantener la distancia suficiente para salvar su pellejo de las garras de la muerte. Aún le faltaba bastante para a una de las naves, pero tuvo la energía suficiente para alcanzar su meta ante la impotencia de Frouken. Cuando estaban a la orilla de Erutar frente a la nave de los lajur, el gran borke rugió como si estuviera dando una orden y un golpe metálico resonó desde la flota, provocando

Polis: Prologo - Fragmento 27

Frouken por su parte no lograba alcanzar al lajur y algunos borkës trataron de atacarlo para defender inútilmente a su comandante, porque aunque el alak estaba cansado y lastimado, su gran poder y habilidad no menguaba y su sagacidad en batalla se mantenía intacta. En su mente se revolvían un grupo de sentimientos que él no podía entender y todo eso desembocaba en una imprudente ira que lo consumía, lo que también lo confundía. El rey era alguien a quien admiraba por lograr unir a todo el continente en una paz que casi todos disfrutaban, pero sus sentimientos hacía él no iban más allá. Eso lo hacía sentir culpable de no sentir lo mismo por sus compañeros caídos, esos soldados que habían dado la vida ese día por Polis. Quería dejar de sentir que debía vengar la vida de su rey y en su lugar honrar la vida de todos sus compañeros muertos, que aunque no conocía muy bien, eran dignos de ser recordados por su valía ese día. Y fue esta discordia de pensamientos lo que provocó en él un nuevo s

Polis: Prologo - Fragmento 26

Sin embargo, la batalla no había terminado. Algunos borkës habían visto como el rey y líder del ejército alak había caído a manos de sus comandantes y esto les había dado nuevos ánimos, suficientes para volver al campo de batalla recargados con una nueva idea de que la bahía se podía conquistar. Otros habían sido más perspicaces y habían notado que, a pesar de haber logrado matar al rey de Polis, su comandante había emprendido la huida hacia las naves y él mismo le había quitado toda importancia a su gran logro al ver la furia que cargaban los ojos del alak de las mil vidas. No habían filas ni estratégias en ninguno de los ejércitos. La lluvia de flechas de los alakës no menguaba y era lo único que mantenía firme la defensa del canal. Los arqueros eran infalibles en aquel momento crítico, y aun con los ánimos revividos, ningún borke lograba acercarse al su objetivo antes de ser abatido. El ejército borke estaba desconcertado y dividido. Historias de Terran por S. Arias

Polis: Prologo - Fragmento 25

Rotran quedó paralizado jadeando al lado del cuerpo de su rey, exhausto por la fuerza que había impregnado en su ofensiva, Frouken continuó corriendo en persecución del asesino del gobernante de Polis, y Durta, que se sentía dentro de la peor pesadilla de su vida, se arrodilló frente a su padre con sus ojos empapados en lágrimas. Con sus manos tomo el rostro de Durtadon y lo llamó a gritos mientras juntaba su frente a la de él esperando alguna reacción. Pero él asimilaba lentamente aquella realidad con impotencia. La mirada del rey ya no tenía el brillo de la vida y su último gesto se había congelado en el instante que la fuerza de su cuerpo se había extinguido. Durta no había podido hacer absolutamente nada para salvar la vida de su amado padre y esto lo comenzaba a destruir por dentro. Los sollozos del príncipe se escucharon a lo ancho del campo de batalla como signo del dolor que quedaría inmortalizado ese día en la historia de Terran. Historias de Terran por S. Arias

Polis: Prologo - Fragmento 24

El lajur que había atravesado al rey miró a su compañero. Aunque quería tener una expresión de satisfacción en el rostro, lo que reflejaba era confusión al no entender cómo el último acto en vida de su víctima se había llevado a su compañero. Pero al alzar su mirada y ver que se aproximaban los tres guerreros, extrajo su arma del pecho del inerte alak y comenzó a correr hacía una de las naves al tiempo que alzaba un fuerte rugido. Su compañero no tuvo la misma oportunidad. En medio de su agonía frente al cuerpo del rey no entendió por qué su compañero huía y no tuvo oportunidad de hacerlo porque antes de poder hacer algo dos dagas traspasaron su cráneo y los filos salieron atravesando su rostro al mismo tiempo que la inercia de la velocidad con la que venía el ataque lo empujó hacia un lado. Rotran había cargado con tanta rabia aquel ataque, que al completar el semicírculo horizontal con sus manos el lajur dejó el suelo engarzado por la cabeza a las duil dromon y al detenerse las manos

Polis: Prologo - Fragmento 23

Sin poder evitarlo, el rey se vio obligado a defenderse de un ataque en salto frontal que ejecutó uno de los lajur, permitiendo que el otro gran borke tuviera una abertura y atravesará su espalda de un lado al otro, penetrando directamente a través del corazón. Con sus ojos perdidos en el horizonte y su boca llena de sangre cayó arrodillado frente a sus enemigos. Una sonrisa se dibujó en su rostro mientras el enemigo que tenía al frente lo miraba desconcertado al mismo tiempo que notaba que sus abdomen sangraba, producto de un último corte del alak. Fue bajo el fulgor de un ocaso naranja que la llama de la vida de aquel rey se extinguió para nunca más encenderse. Ese mitológico alak que gobernó con tenacidad sobre las ramas del árbol titánico durante siglos y preservó la paz de Erutar perdía su vida inevitablemente. Historias de Terran por S. Arias

Polis: Prologo - Fragmento 22

Sin ponerse de acuerdo, los tres guerreros fueron a la ayuda de su rey, que se había apartado concentrado en su batalla. Rotran corrió más que todos mientras su camino hacia la batalla principal se expandía y se quedaba sin resistencia alguna, pues todos los boskës que habían en la zona habían muerto, o habían huido. Frouken seguía de cerca a Rotran pero el dolor en su brazo y la cantidad de sangre perdida parecía afectar su capacidad física. Durta sin duda era el más agotado de los tres pero su paso no menguaba. Su mirada se concentraba en su padre perdiendo la percepción de todo lo que lo rodeaba y la desesperación al ver la difícil situación en la que éste se encontraba lo motivaba a olvidar toda la fatiga que cargaba. Historias de Terran por S. Arias

Polis: Prologo - Fragmento 21

Aquel poderoso guerrero que había dirigido Polis durante tantos años soportaba el ataque simultáneo de dos lajur, pero un error por escasos centímetros le hizo fallar el bloqueo de un ataque enemigo. Más que un error, sin duda fue mérito de las habilidades de estos dos borkës en batalla, que habían descubierto el patrón de defensa que el rey aplicaba y entre los dos lograron abrir una brecha pequeña, pero lo suficientemente efectiva para aplicar un contragolpe que lo debilitara, dando como resultado la pérdida de movilidad de la mano derecha del rey. Durtadon trató de alejarse del rango de ataque de sus enemigos pero estos no le dieron tregua un solo instante y de alguna manera logró ubicarlos a ambos frente a él para repeler su ofensiva. Sin embargo, el rey sabía que su vida pendía de un hilo. Historias de Terran por S. Arias

Polis: Prologo - Fragmento 20

Mientras Rotran corría hacia donde estaba Durta con el objetivo de ayudarlo y Frouken retiraba la espada del pecho de su enemigo, vieron como el príncipe gritaba al mismo tiempo que esquivaba un ataque frontal, y a su vez generaba un corte desde el suelo en semicírculo en forma vertical. Aquel ataque contenía tanta fuerza que tajó al gran lajur por el medio de la entrepierna hasta la cabeza, matándolo de forma instantánea e indolora. Aquella victoria permitió a los tres guerreros concentrar su atención en la batalla del rey Durtadon. Sin detenerse corrieron tan rápido como pudieron para auxiliar a su comandante. Historias de Terran por S. Arias

Polis: Prologo - Fragmento 19

Durta por su parte tenía problemas al tratar de moverse al mismo tiempo que se defendía de la hoja pesada de su enemigo, la cual parecía un cuchillo de carnicero pero del tamaño de un hombre. El gran lajur había alejado al príncipe de su padre y a pesar de que el alak lo había lastimado en varias ocasiones, ninguna de esas heridas parecían disminuir la ofensiva de su enemigo. Fue así como Durta se vió acorralado y cansado. Cayó al suelo unas cuantas veces empujado por su enemigo, pero este no lograba igualar la velocidad del guerrero de Polis. Durta estaba fatigado, pues de los cinco lajur, este era sin duda el más poderoso. El mismo príncipe se planteó renunciar a esta batalla en un momento y tratar de encontrar apoyo en sus compañeros, pero un acontecimiento inesperado provocó un cambio de actitud en él que le llevó a demostrar su verdadero poder. Durta vio a lo lejos cómo su padre recibía una estocada que le destrozaba la mano derecha. En este momento su cuerpo se llenó de miedo, ad

Polis: Prologo - Fragmento 18

Al mismo tiempo que Frouken se batía con su enemigo, Rotran se vio obligado a despertar su verdadero potencial y su capacidad máxima como guerrero. Esta habilidad le tomó muchos años poder controlarla a la perfección, pero gracias a esto junto a sus excepcionales habilidades en batalla, él se ganó un puesto en la guardia del rey. Comenzaba a mejorar su velocidad y su destreza mientras sus piernas se modificaban, su cuerpo se comenzaba a cubrir un poco de vello y sus pupilas se modificaban a voluntad permitiéndole percibir su entorno más detallado. Convertir su cuerpo parcialmente en un felino mientras continuaba estando en movimiento era lo que diferenciaba a Rotran de los demás adelakos.  En el duelo contra aquél lajur, ésta ventaja le permitió perderse de la vista de su enemigo por unos instantes para generarle pequeños cortes con sus dagas gemelas, paralizándolo lentamente con la sustancia que estas emanaban y generando en él una desconcentración que al final le costó la cabeza.

Polis: Prologo - Fragmento 17

Frouken participó en un enfrentamiento de fuerza. El guerrero de Polis, sabía que debía pensar en algo pronto y decidió soltar un poco las ataduras de la armadura en uno de sus brazos. Aunque sudaban y comenzaban a sentir callos en las manos, ambos participantes permanecían ilesos hasta que el alak atacó a su enemigo frontalmente provocando un choque de espadas. Lo que diferenciaba este ataque de los demás era que Frouken había sostenido con una sola mano el mango de la espada y estaba usando la pieza del antebrazo de su armadura para empujar con la mano libre desde el filo. El lajur respondió con su espada. Con los filos juntos chasqueando, se batieron las fuerzas de ambos. El lajur empujaba en el centro de la espada del alak mientras este equilibraba con la fuerza de sus dos manos la defensa. Sorpresivamente Frouken giró ambas espadas y provocó que la espada del borke se deslizara por el filo de hoja de luz hacia arriba hasta que chocó con la pieza de la armadura del antebrazo y la

Polis: Prologo - Fragmento 16

La batalla dio comienzo. Los nueve guerreros se atacaron al mismo tiempo separándose entre sí y formando cuatro escenarios de duelo distintos. Una onda de presión se esparcía alrededor de Frouken cada vez que su espada chocaba contra el arma de su enemigo. Rotran corría rodeando a su enemigo para tratar de atacarlo por sorpresa o encontrar un punto descubierto, pero este era capaz de leer sus movimientos y reaccionar oportunamente. Durta había logrado lastimar a su enemigo, pero este no parecía afectado por sus heridas y luchaba vigorosamente contra el alak. El rey Durtadon se enfrentaba a dos lajur al mismo tiempo y no parecía estar siendo superado en número, pues su cuerpo y fuerza respondían a la ofensiva furiosa de ambas bestias como si se tratara de un entrenamiento habitual. Aunque cada enfrentamiento estaba distanciado de los demás, estas cuatro luchas marcaban el centro del campo de batalla. Y aunque narrativamente sea difícil de percibir, estas batallas tuvieron más duración

Polis: Prologo - Fragmento 15

Se encontraron frente a frente los cinco lajur y los cuatro guerreros legendarios de Polis. Ahora la tensión estaba al límite y los demás guerreros de ambos bandos se alejaron para evitar quedar en medio del fuego cruzado de la lucha entre los mejores guerreros de aquella batalla. Sus miradas se chocaron y el estrés que despertaban frenó en gran medida los enfrentamientos aledaños de los demás partícipes de esta guerra. Todos sabían que los resultados de los duelos que estaban a punto de presenciar definirían a la facción ganadora. Historias de Terran por S. Arias

Polis: Prologo - Fragmento 14

El caos se desató cuando los cuatro guerreros del árbol que dirigían el ataque comenzaron a asesinar a los lajur casi con la misma facilidad que lo hacían con las compañías de rango más bajo, lo que hizo que el ejército de Polis conservara su postura y ánimo para batallar. Aunque los lajur habían sido concebidos como un linaje superior para afrontar a los éldon más destacados de Erutar, no cabía duda de que el rey de Polis y sus acompañantes habían superado las expectativas del ejército borke. Algunos borkës no aguantaron el terror en sus mentes y trataron de huir al ver como la gran compañía que admiraban era aniquilada por tan pocos guerreros. Fue entonces cuando los cinco comandantes aparecieron al tiempo y masacraron a más de la mitad de los alakës antes de que se encontraran cara a cara con las leyendas vivientes de Polis. Historias de Terran por S. Arias

Polis: Prologo - Fragmento 13

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Estos borkës eran especiales sin duda. Su constitución era mayor a la del resto del ejército y en lugar de tener ojos negros, parecía que estos llevaban una llama escarlata en las cuencas del rostro, además sus armaduras y armas parecían mucho más elaboradas y su presencia se percibía tan diferente que hasta los de su misma raza parecían tenerles algún tipo de respeto o temor. - Lajur, lajur, lajur… - Fue lo que comenzaron a gritar los borkës mientras le abrían paso a aquella compañía. El avance de los alakës cesó y se concentraron en proteger la entrada al canal estrecho. Donde chocaban los ejércitos continuaban las bajas, muchas más en el ejército extranjero, pero en el momento en que los lajur llegaron a este punto, la batalla cambió drásticamente. Algunos alakës perdieron la vida al instante cuando se abrió una brecha entre los borkës y de ella aparecieron los ojos escarlata de los lajur arremetiendo contra el ejército local. Para sorpresa de sus enemigos, los guerreros del árbo

Polis: Prologo - Fragmento 12

Detrás de estos guerreros, se encontraba una de las compañías más poderosa y hábil que había salido del árbol titánico a cumplir una misión. Y fue así como se inclinó la balanza a favor del ejército más pequeño. Adentrados entre los enemigos y posicionados estratégicamente sobre los acantilados de la cordillera, una minoría de alakës desmoronaba un plan de batalla planeado durante largo tiempo, lo que provocó la ira de los comandantes borkës que se encontraban en un punto central de la formación del ejército. Uno de ellos expresó su impotencia con un grito de rabia, el cual significó un llamado a la deliberación de los demás comandantes. Unos segundos más tarde, un cuerno sonó en un tono grave a lo largo de todo el campo de batalla y una nave mediana surgió desde las nubes del abismo. Aquella nave golpeó impulsada contra el borde del continente al mismo tiempo que se abría una compuerta y desembarcaba una compañía de al menos doscientos borkës, entre los cuales destacaban los cinco com

Polis: Prologo - Fragmento 11

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Detrás del sendero de sangre que quedaba en uno de los costados del campo de batalla estaba Rotran, el guerrero felino del gran árbol. Con la velocidad que le otorgaban sus rasgos de élkar, Rotran aparecía fugazmente junto a sus enemigos para brindarles una puñalada en el pecho, seguido de una abertura que provocaba la exposición de órganos e intestinos borkës. En algunos casos provocaba doble desmembramiento con la ayuda de sus Duil Dromon, las dagas gemelas que le fueron otorgadas por Polis. Siendo un Adelak y teniendo la capacidad de modificar su cuerpo a voluntad con rasgos que la familia de los felinos tiene en nuestro mundo, estas dagas le permitían mejorar su desempeño en batalla gracias a la capacidad que tenían de contaminar el flujo sanguíneo de su enemigo con una sustancia paralizante. Rotran, el guerrero felino de Polis Historias de Terran por S. Arias

Polis: Prologo - Fragmento 10

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Acompañando el avance del rey se encontraba Frouken, el guerrero más poderoso del gran árbol. A pesar de que pudo ser rey de una gran ciudad lejana, decidió renunciar a su linaje para proteger al poderoso árbol guardián que resguardaba la vida de Erutar. Pero no era por esta razón por la que los borkës vacilaban en acercarse a él, sino por ser el alak del millar de vidas. Aún con las cinco cicatrices que llevaba en su cuello, muestra de los intentos fallidos de sus enemigos por decapitarlo, su seudónimo realmente se refería a la cantidad de criaturas malignas que habían perdido su vida en el filo de hoja de luz, la espada sin nombre que brillaba al tocar la sangre de sus enemigos y que aun en la batalla más intensa, jamás había perdido su filo. La espada perdió su historia cuando perdió su nombre y adquirió una nueva reputación al lado de su portador, el alak que con su larga cabellera verde y sus ojos amarillos hacía temblar hasta al más grande de los borkës que habían pisado el cont

Polis: Prologo - Fragmento 9

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El príncipe Durta había aprendido en gran parte las habilidades de su padre, y había desarrollado una técnica para correr entre sus enemigos tan ágilmente que estos le perdían de vista antes de sentir su último aliento de vida. Al igual que su padre, como marca distintiva, llevaba una cicatriz en su mentón derecho que casi le llegaba a uno de sus ojos verdes. De su corona, solo se notaban dos cristales verdes que resaltaban a los dos costados de su frente entre los mechones de su cabello negro. Con varios siglos de vida, llevaba a sus espaldas un historial de batallas que lo igualaban en fama a su padre, y tanto él como su espada Ilirok, hacían parte de muchas historias que se contaban alrededor de todo el mundo de los éldon. El poder de Ilirok se concentraba en permitir a su portador no sintiera su peso, lo que multiplicaba la fuerza que se podía darle a un ataque, dando como resultado un corte exponencialmente letal. Durta, Príncipe de Polis. Historias de Terran por S. Aria

Polis: Prologo - Fragmento 8

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El rey Durtadon cortaba cabezas tan rápido, que cuando pasaba el filo de Ilüinta por el cuello de un borke, aun no caía al suelo la cabeza del enemigo decapitado anteriormente. Durante sus siglos de vida, había aprendido una técnica para separar el cuerpo de un enemigo de su cabeza, cortando incluso la armadura más fuerte que cualquier enemigo de los éldon pudiera fabricar. Siendo el único rey que había tenido Polis, el gran árbol le otorgó a Ilüinta, la primera espada creada con su propia savia la cual causaba pánico entre los seres de maldad. Llevaba su corona en la frente, la cual resaltaba puesta en su cabello negro. La barba que le tupía el rostro y las dos cicatrices en su ojo derecho acentuaban la mirada penetrante de sus ojos verdes. Inalcanzable, se le veía saltando entre sus enemigos que caían devastados por el poder de batalla del rey, mientras que su hijo le seguía los pasos desmembrando a los enemigos dejados por su padre. Durtadon, Rey de Polis Historias de Terran

Polis: Prologo - Fragmento 7

Mientras los alakës sobrevivientes en la parte baja se protegían del derrumbe, los borkës aprovecharon el colapso para avanzar hacia la abertura. Desafortunadamente para ellos, entre el polvo que levantó la avalancha de roca y tierra fueron recibidos por más flechas y filos de espada que anunciaban la presencia del enemigo en el pasaje al que le habían apostado todo. El terror de muchos borkës se plasmó en su rostro cuando vieron entre la polvareda el brillo de las armaduras con el árbol plasmado. A través de aquella nube se filtraba el brillo de una pequeña corona y la hoja filosa del rey de Polis, la hermosa espada del príncipe del árbol titánico, el arma sin nombre del más poderoso guardián del árbol y las hojas gemelas del guerrero felino de Polis. Entre los borkës habían cientos de historias donde estos cuatro alakës eran nombrados, seguidos de testimonios donde su raza era masacrada impunemente por alguna de estas cuatro leyendas vivas. Y ahí estaban los cuatro, reunidos en un

Polis: Prologo - Fragmento 6

Como era de esperarse, había una presión abrumadora entre los alakës también, que esperaban el momento en el que el rey diera la orden para comenzar una redada y dar comienzo a una de las guerras que se recordaría hasta final de los tiempos. Los borkës no habían calmado su estrés al llegar a la costa y conservaban sus armas alzadas, pero esto no impidió que la primera flecha llegara directamente a la garganta de uno de ellos. Como un rayo se vió aquel proyectil que dio inicio al ataque de los alakës que fue precedido por una lluvia de puntas metálicas, obligando a los borkës a usar los toscos escudos que poseían. Aun con escudos, muchos borkës cayeron, pues esta arma de defensa nunca fue de su agrado y no sabían fabricarlos bien. Al darse cuenta que estas flechas poseían un poder especial esperaron temerosos y furiosos de impotencia a que el enemigo cesara aquella lluvia. Sin embargo, los alakës que se encontraban en lo alto de los acantilados, seguros de que ningún artefacto enemigo l

Polis: Prologo - Fragmento 5

Los alakës eran una de las razas que hacían parte de los éldon, es decir, los seres creados por Arkan. Eran muy similares a nosotros de forma, de talla y constitución en su edad adulta. Sus orejas eran su mayor distintivo, pues eran puntiagudas y cubiertas levemente por unas pequeñas plumas. En algunos alcanzaban los veinticinco centímetros de largo y en otros apenas se lograba notar cómo se alzaba su forma en punta; en algunos casos particulares, eran más notorias las plumas que su forma. En especial los machos, tenían brotes de estas plumas en los brazos y las piernas, como si fuera algún tipo de vello. Eran ágiles y al pasar de los años se hacían extremadamente fuertes. Estos seres no conocían enfermedad o vejez, claro que sí madurez y los años les pasaban sin preocupación alguna. Eran sabios, sinceros y bohemios, pues Arkan los había dotado de una pureza espiritual enorme. Aunque se asegura que morían, no hay registro de una muerte natural en ellos, puesto que su ritual de ocaso er

Polis: Prologo - Fragmento 4

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Lo que ninguno de los dirigentes de esta misión logró prever fue que las tropas de Polis habían notado la intención de estas excursiones enemigas y habían preparado una defensa en este lugar para la llegada del ejército oscuro, trepados al borde de los abismos y acantilados, montando guardia entre las rocas que el pasaje había dejado colgadas al tajarse la cordillera. Los alakës lograron deducir que sus enemigos preparaban una incursión para conquistar Erutar. En los concilios celebrados por los alakës se barajaron las posibilidades y las opciones que tenían los borkës para tener éxito en su propósito, llegando a la misma conclusión que su enemigo: su única opción era la bahía de la gruta. Aunque solo eran cincuenta guerreros los que custodiaban el pasaje, entre ellos estaban los guardianes del gran árbol, el príncipe y el rey mismo, cuyo título recaía en ellos por su poder y no por herencia. Por desgracia para los borkës, este lugar ahora estaba custodiado a la espera de su inevitable

Polis: Prologo - Fragmento 3

Frente a la flota se organizaron las filas de borkës para comenzar a marchar a la cordillera Marrol, que era el escudo natural del oeste de Erutar, con abismos de más de quinientos metros de altura. Dicho lo anterior, cualquiera pensaría que habían arribado en el peor lugar posible para comenzar su conquista. Ellos mismos también pensaron eso antes, pero justo ese factor determinó el valor estratégico que tenía ese lugar. Aquella invasión llevaba cientos de años siendo planeada, lo que significaba que en muchas ocasiones habían sido enviados laganos y borkës para hacer reconocimiento del continente; y aunque habían fallado incontables veces en encontrar con éxito la forma de penetrar las defensas de Erutar, finalmente habían descubierto un canal estrecho generado por algún sismo hace miles de años, pasaje por el cual podían acceder seres de la talla de los borkës de uno en uno, pero les daba acceso directo y de manera sorpresiva a los llanos de Erutar donde podrían establecer una base

Polis: Prologo - Fragmento 2

Desde las naves los tripulantes podían divisar que se acercaban a una plataforma terrestre que flotaba entre las nubes. Era un continente entero movido por el poder del mismo núcleo que daba luz a este mundo y al mismo tiempo generaba las nubes que lo rodeaban al evaporar los torrentes de agua que caían atraídos por su gravedad. Debido a esta fuerza gravitacional, sus naves no podían volar sobre ninguna plataforma y esto los obligaba a llegar hasta la orilla de Erutar y seguir su camino marchando. Haciendo un ruido más tenue que el que generaban los torrentes más cercanos, las naves llegaron al borde de esa estructura de roca colosal que flotaba en medio de la nada y comenzaron a desembarcar. Habían llegado al continente del gran árbol, donde años atrás se había erradicado el mayor mal que había amenazado el mundo creado por Arkan. Este estaba naturalmente protegido del ingreso de extranjeros, pues tenía grandes acantilados alrededor, y las bahías (si se le puede llamar así a estos l

Polis: Prologo - Fragmento 1

El núcleo de Terran alimentaba las últimas horas del astro de luz cuando las flotas se divisaron salir de las nubes del abismo. Los impulsores generaban un suave y grave eco que se camuflaba entre los vientos que movían las cascadas ruidosas. Estas se perdían al caer del bloque continental flotante para evaporarse con el calor del centro de este mundo. Dentro de las naves había un ambiente de tensión y estrés colectivo. Cada criatura portaba un arma a la defensiva mientras miraban alrededor, esperando no ver o percibir ninguna señal de peligro. Aunque la campaña estaba comandada por poderosos guerreros y bestias dotados de un poder nunca visto en ningún campo de batalla (exceptuando las guerras de los Celës), aquella flota sabía que en el continente de Erutar habitaba la estirpe más poderosa de los éldon. Historias de Terran por S. Arias

Historias de Terran: Prototipo

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Este es el primer capítulo que escribí para reiniciar mis libros. No es muy diferente a la historia original de hace 13 años, pero la madurez en el lenguaje es notorio, además de que ahora incluye detalles de la historia que conectan con todo lo que he desarrollado a lo largo de estos años pensando y reescribiendo. Clic aquí para leer el prototipo

Sobre Terran

A través de estos relatos se puede saber la verdadera historia de Terran, un mundo creado por el Alma y a partir de ella. No se puede asegurar que estos relatos se pueden llegar a entender como una metáfora adecuada de la justicia, pero lo que se cuenta nos puede mostrar el reflejo de lo que algunos quisieron ser sin saber lo que conllevaba, y de lo que algunos fueron sin querer serlo. He trabajado en esta obra durante más de 13 años, modificándola tantas veces como fue necesario para lograr llegar a formar una historia (o muchas) que valiera la pena contar. En estas lineas se encuentra una mezcla de sueños, sentimientos y experiencias que al mezclarlas con la fantasía han formado un universo en el que disfruto navegar día a día y sumergir mis pensamientos para entender y soportar la realidad en la que vivimos. Este mundo puede parecer muy diferente al nuestro, pero en él encontramos las esquirlas de nuestra historia y de como el pasado nos ha hecho lo que somos ahora. Drag