Polis: Prologo - Fragmento 8


El rey Durtadon cortaba cabezas tan rápido, que cuando pasaba el filo de Ilüinta por el cuello de un borke, aun no caía al suelo la cabeza del enemigo decapitado anteriormente. Durante sus siglos de vida, había aprendido una técnica para separar el cuerpo de un enemigo de su cabeza, cortando incluso la armadura más fuerte que cualquier enemigo de los éldon pudiera fabricar. Siendo el único rey que había tenido Polis, el gran árbol le otorgó a Ilüinta, la primera espada creada con su propia savia la cual causaba pánico entre los seres de maldad. Llevaba su corona en la frente, la cual resaltaba puesta en su cabello negro. La barba que le tupía el rostro y las dos cicatrices en su ojo derecho acentuaban la mirada penetrante de sus ojos verdes. Inalcanzable, se le veía saltando entre sus enemigos que caían devastados por el poder de batalla del rey, mientras que su hijo le seguía los pasos desmembrando a los enemigos dejados por su padre.

Durtadon, Rey de Polis

Historias de Terran por S. Arias

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