Polis: Prologo - Fragmento 36
Aún lejos de la gran pared, Frouken se comenzaba a ver fatigado y sus movimientos se percibían más torpes a medida que pasaba el tiempo. El deterioro del terreno de batalla por los constantes ataques del agal comenzaban a influir en el duelo. Paulatinamente se dibujaba en su rostro una sonrisa de ironía mientras pensaba en que este podría ser su final y que no era lo honorífico que siempre había pensado que sería. Volcado en uno de esos pensamientos perdió la concentración en la batalla y a pesar de haber saltado y rodado tan lejos como pudo de su enemigo, la distancia no había sido la suficiente para no ser alcanzado por su enemigo. Cuando uno de los brazos se dirigía hacia Frouken con un golpe que seguro le destruiría la armadura y las costillas, el agal perdió el equilibrio y se derrumbó. Frouken pudo ver a un adelako felino destrozando parte del gemelo de la pierna derecha de la bestia con una serie de rápidos ataque repetitivos y con ayuda de dos dagas largas, aun cuando su piel escamada parecía impenetrable.
Historias de Terran por S. Arias
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