Fragmento 53 - Polis: Capítulo 1 | 4

Al entrar por el orificio que tenía esta esfera hueca, y acceder a través de una barrera de invisible hecha con randa, la compañía del gran árbol se encontró en medio de una ciudad que se posaba en las paredes interiores, junto a unas montañas y un bosque como si fuese un pequeño planeta invertido. La sensación gravitacional cambiaba al entrar, aunque esto no parecía afectar en nada el vuelo de ninguna bestia. Justo al frente de la gran entrada de la ciudad se divisaba la parte superior del palacio de la ciudad. Allí se encontraba la fuente de la barrera que protegía la el interior. En medio del palacio se encontraba un enorme diamante vertical en forma de obelisco como si fuera una gigantesca espada luminosa. En el día este emanaba un brillo blanco que permitía que todo dentro de la esfera se percibiera como si fuera un día soleado. En las noches este menguaba su brillo a uno más suave simulando la oscuridad nocturna. De este mismo emanaban brumas que formaban nubes, las cuales bañaban ocasionalmente las calles y el bosque de lluvia. Aquella era la sagrada ciudad de Celesthea.

Historias de Terran por S. Arias

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